PRIMAVERA EN VIGO

Crecen los días y la luz, ampliada por el espejo que es la bahía, inunda todos los rincones. Aparecen los primeros brotes y la hierba vuelve a crecer.

En la ría brincan los peces: disfrutan de los ricos nutrientes que empiezan a afloran en el estuario traídos por las aguas oceánicas profundas. Y hay más veleros y más senderistas en las rutas litorales.

Nos visitan las aves marinas que buscan el norte: gaviotas, cormoranes, pardelas, negrones, alcatraces, charranes, garzas... Cruzan el cielo o danzan en la fina arena de nuestras playas, antes de zambullirse en las olas buscando alimento, en un fascinante espectáculo gratuito.

En el centro de la ciudad la gente pasea sin prisa por las calles peatonales, que se inundan de risas y voces. Y en cada esquina surge una terraza nueva en la que detenerse a disfrutar de la vida.

Ven a Vigo, descubrirás su luz en primavera y como la brisa se vuelve más sutil mientras te empuja a las Cies, que aguardan, renovadas por el invierno, tu visita.

Ven.