No es posible sentir Vigo por completo sin cruzar en coche el Puente de Rande y contemplar desde su altura la isla de San Simón y las Islas Cíes o la inmensidad de la ría de Vigo. Merece la pena acercarse a uno de los miradores de Vigo para verlo de noche, colgando majestuoso sobre el mar. Abierto al tráfico en 1981, cada día lo cruzan unos 50.000 vehículos y es uno de los puentes más característicos de España.