La falta de documentación impide conocer de forma exhaustiva lo que podría haber sido el traje de nuestros antepasados allá por el 1809, aunque, a través de la documentación escrita, grabados y cuadros podemos hacer un estudio aproximativo.
En todas las épocas las clases sociales y los diferentes gremios de artesanos se distinguen por sus vestimentas. Así, cuanto mayor era el nivel adquisitivo, aparecían mejores prendas que se iban mezclando con otras.
En la cabeza, las mujeres de diario, llevaban cofia o paño de lana floreado o de seda anudado...