Instituto Santa Irene
La historia del instituto más emblemático de Vigo
Elemento fundamental de la arquitectura civil de Vigo, el edificio que alberga el Instituto Santa Irene, con su enorme reloj desde el que los vigueses siguen las campanadas de Nochevieja, es una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad.
Se construyó con el dinero que donó el filántropo Policarpo Sanz (escucharás su nombre muy a menudo ya que una de las calles principales de Vigo se llama así), cuya historia discurre paralela a la de la ciudad que le acogió, ya que él había nacido en Marín.
Al morir, en 1889, donó toda su fortuna a Vigo, pero con algunas condiciones: una fue que, una vez falleciese su esposa, Irene de Ceballos, se construyese un edificio de cantería que se utilizaría como colegio e instituto y que llevaría el nombre de Santa Irene. Su voluntad se respetó, y en 1946 se inauguró el Instituto Santa Irene, bajo la condición de que la enseñanza fuese “completamente gratuita para los niños de familias pobres de la ciudad”. Desde entonces, miles y miles de vigueses han pasado por sus aulas, e insignes profesores han formado parte de su claustro, como el gran escritor gallego Méndez Ferrín.
El edificio del Instituto Santa Irene, obra del arquitecto Antonio Cominges Tapias, es realmente hermoso, con su planta en forma de E para facilitar la entrada de luz y su fachada ecléctica, con toda la ornamentación concentrada en el cuerpo central. Lo más llamativo es, sin duda, la torre del reloj, y también la cantería, hecha sobre granito blanco de Ulló (Arcade).
¿Vas a pasar Fin de Año en Vigo? Pues el reloj del Instituto Santa Irene marca las campanadas de una forma muy especial frente a la enorme Praza de América, que esa noche se cierra al tráfico y se convierte en nuestra pequeña Puerta del Sol con una fiesta de calle que, sin duda, no olvidarás jamás.